1. RE38 Querida nueva amiga…


    Data: 19/10/2019, Categorie: Tabù Prime Esperienze Hardcore, Autore: Davidsexyman, Fonte: xHamster

    ... el suelo y tus dedos atenazaban mi pelo con pasión. Poco a poco transportaba mis besos junto a mi mano, llegando a combinar besos y caricias sobre tu sexo.
    
    De poco me sirvió ser delicado contigo cuando izaste la pierna por encima de mi cabeza y la pasaste, dejandome un acceso total a tu intimidad. Abrí la boca y saqué mi lengua para lamerte de abajo a arriba. Saboreé tu flujo como un experto catador, rebuscando cada pequeña gotita escondida entre tus pliegues mientras tu boca continuaba emitiendo la música celestial que nos envolvía.
    
    Elevé tus nalgas e introduje mi lengua dentro de tí, sacándote un largo y sonoro gemido. Acariciaba tu clítoris a la vez que succionaba más flujo dentro de mi boca. Aquella parsimonia enloquecía tus sentidos por momentos, denotando tu impaciencia por ser penetrada.
    
    Poco a poco abandoné tu sexo tan mojado como excitado y me deslicé hasta encontrarme con tus pechos. Aquellos grandes pechos que avergonzada me ocultaste al principio, ahora se yerguen imponentes ante mí, acariciados por tus manos y pellizcados con verdadera lujuria para mi satisfacción. Besé tu suave piel y amamanté la lascivia de tus ...
    ... senos hasta que mi cuerpo no pudo contener más el secreto de mi estado.
    
    Lentamente fuí rozando tu piel con mi piel hasta que me escurrí dentro de tu cuerpo dejándome llevar por el desenfreno de nuestra apasionada aventura. Te regalaba un beso en tus pechos con cada embestida de mi cadera. Los masajeaba con mis dedos y mi boca como queriendo dar forma a mi lujurioso propósito que no llegaría aún, aunque tu cuerpo ya convulsionaba entre descargas y calores.
    
    Anoté tu primer orgasmo poco antes de que mi boca abandonase tu sexo y ya estabas regalandome el segundo en este trance. Poco te resististe a mi sensual caballerosidad y fuiste presa de un aluvión de sensaciones que asalvajaron tu consciencia, dejándome en un segundo plano enroscado en tu cuerpo.
    
    Seguí embistiéndote durante varios minutos más con tu cuerpo a cuatro en el que tus pechos descansaban encima de las sábanas y tus nalgas rebotaban contra mi cuerpo. El duo fué exquisito. Nuestros cuerpos se sincronizaron al igual que nuestros deseos y la sinfonía concluyó con un inesperado grito de pasión a dos voces, llenándote de infinitas notas de amor en el silencio de la noche. 
«12»