Tirando en la Oficina - Racconti Erotici

Tirando en la Oficina

Un día me encontraba en la oficina, trabajaba como ayudante de odontología. En la oficina éramos 3, mi jefe el señor Gonzales, stefani la recepcionista y yo. El señor Gonzales era ya cincuentón, me contrato ya hace 3 años luego de hacer mis pasantías con él. La recepcionista, Stefani era su sobrina, una morena hermosa, algo pequeña, cabello largo, unas tetas ricas aunque no tan grandes, piernas del sueño y un culito que desearía morder cada momento. Mi relación con ella era de amistad y trabajo, la chica tenía novio y yo bueno tenia lo mío.

En diciembre, ella se fue con su novio a beber con nosotros para festejar el bono que nos dio nuestro jefe por las fiestas. Nos fuimos a las Mercedes a gastarlo en bebida y rumba, y fue en ese día donde comenzó la cosa, estábamos ebrios salieron conversaciones y propuestas por el aire. Algo fue que nos dijimos en ese estado que dio como resultado, que ella y yo nos fuéramos a bailar, mientras que nuestras parejas hablaban y cuidaban la mesa.

Música, mucha gente en la pista y medios ebrios no fue una buena combinación; pasaron la canción de una oda electro punk movida a una canción lenta para parejas. Fue en la pista donde nos comenzábamos a ver, nuestros cuerpos pegados y moviéndose de esa forma tan lenta y sensual hizo que nos encendiéramos, fue un acto involuntario al robarle un beso en la pista. Por suerte para los dos, nuestras parejas no nos vieron y decidimos detenernos antes que pase una tragedia.

Regresamos a nuestra mesa ...

... a seguir bebiendo y luego de un rato nos fuimos de ahí. Ella con su novio y yo con mi pareja a nuestras casas respetivamente, durante el regreso trate de no pensar en lo ocurrido y de borrarlo de mi mente; llegamos a casa y le hice el amor a mi novia como nunca.

El lunes siguiente, fui a la oficina ella estaba en su puesto, yo solo la salude y me fui a mi puesto a esperar al jefe. Luego de unas horas me fui a la recepción para preguntarle sobre donde estaba el jefe, ella me respondió que cuando ella estaba llegando a la oficina el salía para atender una emergencia, que nos esperara en la oficina.

En la recepción de la oficina estábamos los dos solos, nos pusimos hablar, echando bromas y disculpándonos con los pacientes que venían a sus citas medicas. Hablamos de todo hasta tocamos el tema de la noche aquel y hay todo se puso tenso. Me dijo que ella amaba su novio y que el beso fue un error, yo le respondía casi lo mismo, mi novia es todo y que no le haría nada para dañarla, pero el beso nunca me arrepiento. Nos quedamos callados un rato hasta la hora del almuerzo. Fui a buscar mi comida para calentarla en el hornito de la oficina, ella hizo lo mismo;

ambos nos fuimos al cuartico donde estaba el microondas para calentar la comida, hay que destacar que ese cuarto era pequeño y que no es fácil caminar sin tropezarse con algo o alguien.

En ese espacio tan pequeño chocamos, nuestros cuerpos otra vez juntos como aquella noche, nuestras respiraciones tan cerca y comencé ...